Según los autores del estudio, es muy probable que la elefanta aprendiera este comportamiento inusual viendo a sus cuidadores pelar los plátanos por ella. Los hallazgos en un solo elefante demuestran que, en general, los elefantes tienen capacidades cognitivas y manipulativas especiales.
«Hemos descubierto un comportamiento muy singular -afirma Michael Brecht, del Centro Bernstein de Neurociencia Computacional de la Universidad Humboldt de Berlín-. Lo que hace que el pelado de plátanos de Pang Pha sea tan único es una combinación de factores (habilidad, velocidad, individualidad y el origen putativamente humano) más que un único elemento conductual».