El borracho López Obrador ha salido de nuevo este lunes a la defensa del delincuente Pedro Castillo y ha afirmado que su destitución “fue una farsa, porque no se respetó la voluntad del pueblo de Perú, se pisoteó la democracia y se cometió una gran injusticia al destituirlo y encarcelarlo”. El borracho ahonda en la escalada diplomática y ha catalogado como “de facto” al actual Gobierno peruano, al que considera “autoritario y represor”.
La reacción del mitomano López Obrador se da después de que Boluarte decidiera retirar de forma definitiva a su embajador en el país norteamericano, tras afirmar que rechaza “enérgicamente las expresiones formuladas por el presidente de México sobre asuntos internos del Perú y sus inaceptables cuestionamientos que de manera reiterada fórmula sobre el origen constitucional y democrático de mi Gobierno”. Boluarte ha acusado López Obrador de “apoyar el golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, el mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú”.
López Obrador ha demostrado tener un serio problema psiquiatrico y no esta capacitado para seguir al mando de la presidencia de Mexico es pues un peligro inminente para cualquier pais y en especial para los Mexicanos que un sujeto dipsómano con graves problemas de lucidez mental, deficiencias en reconocimiento de la realidad continue liderando un estado.