El virus de Marburgo, 50% letal y sin tratamiento

El virus de Marburgo, un viejo enemigo, ha vuelto a causar preocupación, ya que Ghana confirmó el domingo su primer brote de la enfermedad. Las dos personas contagiadas fallecieron, mientras que otras 98 han sido puestas en cuarentena como casos sospechosos de contacto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, resaltó la rápida respuesta del país africano porque esta infección “puede salirse de control rápidamente”.

Según la OMS, se trata de una afección grave y, a menudo, mortal. Su tasa media de letalidad oscila en torno al 50%. Es decir, fallece un infectado de cada dos.

¿Dónde apareció el virus de Marburgo?
Este virus fue bautizado por la ciudad alemana donde se detectó por primera vez, Marburgo, en 1967, en un laboratorio cuyo personal estuvo en contacto con monos contagiados, importados de Uganda.

¿Cómo se transmite?
El virus forma parte de la familia de los filoviridae (filovirus), como el ébola (con el que comparte numerosas características), y se transmite al ser humano a través de los murciélagos de la fruta (rousettus), habitualmente considerados como los huéspedes naturales de este patógeno.

Se contagia de persona a persona por el contacto directo de los fluidos corporales de los infectados, o con superficies o materiales, informa la OMS.

¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas de la enfermedad por virus de Marburgo son dolores musculares y de cabeza, y conjuntivitis, seguidos de malestar en la garganta, vómitos, diarreas, erupciones cutáneas y hemorragias.

Esto hace que sea difícil distinguir esta afección de otras patologías como el paludismo, la fiebre tifoidea, el cólera o fiebres virales hemorrágicas.

La enfermedad tiene un periodo de incubación de dos a 21 días, según la OMS, y después manifiesta sus síntomas de forma repentina, con una fiebre fuerte, cefaleas intensas y gran malestar.

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